"El primer castigo del culpable es que jamás será absuelto por su conciencia".
Agustín Pedro Justo
Cuando uno que cuida mucho que lo que siente [y le duele] quede muy oculto a los ojos ajenos se ve de golpe y porrazo enfrentado a fuertes sentimientos de culpa ajenos no puede menos que sentir un torbellino dentro del alma.
Y uno inevitablemente piensa acerca de aquellos propios sentimientos de culpa, en todas aquellas cosas que uno nunca se va a perdonar, nunca.
Por ejemplo :
- Se que hay cosas que jamas diré y que en algún tiempo mas me pesará no hacerlo pero se que no las diré. Simplemente no las diré.
- Se que hay caminos que nunca emprenderé no porque las puertas estén cerradas sino porque sé que no pondré un solo pie afuera. Simplemente no lo haré.
- Se que hay cosas que jamás debí decir ni hacer, pero las hice sólo porque eso es lo que sentí honesto hacer o decir. Simplemente las dije y las hice.
[C.G.]