domingo, 17 de mayo de 2009

¿Tú crees que exista el cielo?

"El cielo es para aquellos que piensan en el."
Joseph Joubert

Hace unas semanas atrás me llamó uno de mis sobrinos.

Él suele ser bastante reservado con lo que piensa y dice, y yo suelo ser bastante respetuosa de sus silencios y no le pregunto cosas que sé que no me quiere responder por lo que generalmente nuestros escasos momentos juntos son llenos de hartos silencios pero ambos nos sentimos muy a gusto el uno con el otro.

Tenemos a pesar de la distancia y el tiempo una relación cercana y especial que creo se fundó en la época que él era un bebé de pañales y yo era una tía que aún no tenía 20 años y que tuvo que cuidarlo por todo un verano de la mañana a la noche como si fuera una mamá ya que la suya propia estaba trabajando.

Su padre, mi cuñado, hoy en día está enfermo, muy enfermo. Ignoro el motivo por el cual sus padres intentan hacer como que nada pasa y el porqué han “filtrado” lo más posible la información para que ni él ni sus hermanos sepan lo que sucede. Hasta el momento le han dado sólo detalles generales, sin embargo mi sobrino debe leer en los silencios que algo muy malo va a pasar.

Ese día me extrañó que me llamara tan temprano y en domingo, los adolescentes suelen dormir hasta muy tarde en domingo y mis sobrinos nunca han sido ni serán la excepción a esa regla, mas aún luego de permanecer mil horas conectados a Internet chateando hasta las no se cuanto de la madrugada el fin de semana.

Hablábamos de trivialidades cuando de repente, sin ninguna razón en particular va y me pregunta : “Tía, ¿tú crees que exista el cielo?”

Yo no le podía ver la cara en ese momento, sin embargo en esa sola pregunta adiviné todo el miedo que debe tener.

Yo perdí a mi padre hace menos de dos años, y aunque se puede decir que yo estaba muy preparada para el momento que aquello ocurriera pues no fue de un día para el otro, tuve 12 años de tiempo para hacerme la idea pues viví paso a paso con él un accidente vehicular, una tetraplejia y una insuficiencia renal crónica creo que uno no está nunca suficientemente preparado.

Mi padre se fue después de un muy largo camino recorrido, con todos sus asuntos resueltos, con la tranquilidad de que vivió de todo e hizo todo lo que quiso hacer en su vida, que tuvo los mejores amigos que se pueden tener, que aprendió todas las lecciones que le puso la vida, que pagó todas sus deudas, que su casa era finalmente suya, que todos sus hijos estaban titulados y trabajando. Al final él estaba tranquilo.

Y a pesar de todo lo preparada que pude haber estado en el momento en el que murió fue un como un tremendo disparo en el medio de mi pecho, uno que me dejó un agujero infinito que aún hoy no se cierra.

Y resulta que ahora viene mi sobrino y me pregunta si existe el cielo.

¿Por qué viene a preguntarme eso a mi?

No viene y me pregunta datos exactos u objetivos. No me pregunta directamente si la enfermedad de su padre es muy grave, si se va a morir, o que es lo que nadie le quiere decir. Me pregunta si yo creo que después de esta vida existe otra donde su padre va a ser el mismo padre de siempre y que él va a poder ser el mismo hijo y va a reencontrarlo otra vez.

Yo podría hablarle de la doctrina de la iglesia aquella que instauró la idea de cielo e infierno como una forma de premio y castigo para intentar regir moralmente a las personas, podría hablarle de cómo la idea se fundamenta, el impacto que tiene sobre las personas, etc. y sin embargo estoy segura que él no buscaba ese tipo de respuestas, no al menos en ese momento.

El buscaba en alguna forma un consuelo, una creencia o certeza para poder afrontar lo que siente se le viene encima, la idea de no tener a su padre nunca más debe cruzársele por la cabeza y debe lastimarlo. El vive en una familia que se desintegró y tuvo que aprender a vivir con padres separados y ahora le vienen con que mas encima uno de esos dos padres no va a estar. Ahora si debe sentir que todo se le desmorona.

¿Qué puede responder uno?

¿Le puede uno decir a un chico que lo está pasando así de mal que uno en realidad cree que después de la muerte no hay nada mas?, ¿que ya no va a tener nunca mas a su padre?, ¿que es parte del ciclo de la vida y todo lo demás?

Yo solo le respondí : “No sé si existe mi niño… pero quizás debiera”

Si, porque yo no sé si existe, sin embargo pienso que si llegara a existir ojala ahí hubiera un lugar para mi padre… y también para el suyo.

[C.G.]

Imagen extraída de GettyImages

domingo, 26 de abril de 2009

El dolor que se calla

"El dolor que se calla es mas doloroso."
Jean Racine

Hoy en la mañana tuve que salir en búsqueda de un gásfiter para que le haga mantención a la estufa de la casa, las temperaturas de este frío otoño ameritan comenzar a encenderla.

Salí de casa con un papelito donde mi madre me había dado las "clarísimas instrucciones" para dar con la casa del mentado gásfiter, 2 cuadras por aquí, doblas a la izquierda, cruzas la calle, te vas por el pasaje X, y a la derecha, y una cuadrita mas y etc, etc, etc.
Ciertamente más me hubiera valido que me diera las coordenadas de la casa del gásfiter y un dispositivo GPS para saber donde me encontraba yo y a pesar de no haber utilizado nunca antes uno de esos aparatos ciertamente hubiera podido dar con el sujeto en cuestión.
A la media hora de dar vueltas y mas vueltas me dí cuenta que definitivamente no daría jamas con él, así que aprovechando la situación, que el día estaba agradablemente nublado y que la fría brisa me llevaba el ánimo por las nubes me tracé un largo y truculento camino de retorno a casa.

Yo vivo en una población que es relativamente grande pero donde la gente que vive no es ABC1. Aquí vive mucha gente que tiene que trabajar todo el día para ganar apenas el sueldo mínimo, y hay otro montón que no trabaja simplemente y busca a diario que hacer para subsistir.
En el camino de retorno a casa me reproché 100 veces el no haber llevado mi cámara fotográfica, me encontré con un portón que parecía del mil años, con tres niños jugando en unos neumáticos grandes de camión, con un delicioso gato en una ventana.
La brisa fría helandome la cara, con el MP4 enchufado a los oídos y escuchando a "Los Tres" era un más que agradable paseo y yo iba mirándolo todo con absoluto desenfado hasta que la ví a ella.

Debe haber tenido mi edad, o quizás menos, estaba en una casa de esas con paredes delgadísimas y a esa hora del día tenía una pequeña ventana abierta de par en par a pesar de frío que hacía afuera. Estaba cambiandole ropa a un niño pequeño que lloraba pero que yo no alcanzaba a ver.
En el preciso momento en que yo miré hacia adentro ella levantó la cabeza y miró hacia afuera.
La mitad de su rostro mostraba moretones que recién estaban cambiando a violeta oscuro, eso me dió a entender que seguramente la habían golpeado recién el Viernes o ayer Sábado.
Me miró con tristeza y volvió a bajar su rostro hacia lo que estaba haciendo.

Lo que yo ví en su mirada fue dolor, dolor y resignación.
Quizás ella pensa y cree que es "lo que le tocó" y que ni modo, que tiene que aguantarse. Que es el dolor designado para ella y que no le queda otra opción mas que callarse y aguantar.
¿Lo aguantará sola?, ¿le dirá al resto de su familia que la golpean?
Estadísticamente está demostrado que en Chile las mujeres aguantan un promedio de 7 años de maltrato físico antes de hacer algo.
¡7 años!
¿Quién puede aguantar 7 años que lo golpeen antes de decir "NO"?
¿Quién puede sufrir ese dolor y callar?

Sé que hablar desde afuera es muy fácil y barato, otra cosa debe ser el vivir día a día en los zapatos de ella, sin embargo nadie me puede quitar el derecho a decir que : "No es normal, no es aceptable y no está bien el ser agredido por otra persona".
Ella puede callar, porque su dolor la avergüenza; pero yo si puedo levantar el teléfono y llamar al 149, porque siento que vergüenza es ver un dolor así y quedarse callado.

(Imágenes vía Gettyimages)
[C.G]

domingo, 19 de abril de 2009

Fotografías Increíbles

Paseando por el Twitter (recien adquirido) me encontré un enlace que me llevó a la página SOY GIK a un grupo de Fotografías Increíbles.
Hay varias muy lindas, demasiado buenas y me quedé con esta.
A mi me encantan los felinos y a primera vista la encontré muy tierna... pero la miré hacia abajo y la encontré genial.


El conjunto completo lo pueden sacar de www.soygik.com

[C.G]

sábado, 18 de abril de 2009

Acerca de la fuerza y la felicidad...

"Nadie conoce su propia fuerza mientras no se ha encontrado con la necesidad."
Samuel Johnson

¿Se han fijado que de repente uno se va por la vida creyendo que lo que a uno lo hace fuerte son ciertas cosas y personas y resulta que, en algunas ocasiones, uno descubre que no es así?
Es como confiar a ciegas que lo que hace resistente a una banca son los clavos que permiten que las maderas estén firmemente unidas, y uno va y confiadamente se sienta en ella sin siquiera cuestionarse el asunto... pero sucede que el día menos pensado uno descubre que ahí no había clavo en realidad, o que el clavo no tenía resistencia... en ese momento uno se empieza a cuestionar.

Yo he confiado a ojos cerrados en los clavos que han sujetado mi vida, de no haber sido así posiblemente habría caído a girones hace mucho tiempo, y he tenido que pasar verdaderos momentos de necesidad para abrir los ojos y finalmente saber y darme cuenta cuales de ellos son de verdad.
¿Que he aprendido de todo esto?
  1. Que los que son de verdad están siempre, visibles o invisibles pero siempre.
  2. Que le fuerza que uno necesita está dentro de uno mismo, y ellos te lo hacen sentir y entender y vivir.
  3. Que si necesitas contención te contendrán y que cuando ya puedas por ti mismo recién te soltarán.
  4. Que ya entendí en donde no está mi fuerza.
  5. Y que donde no está tu fuerza generalmente tampoco está tu felicidad.
Ahora ya sé que soy mas fuerte de lo que imaginaba y definitivamente ahora si me siento feliz, pero de verdad, de adentro.

(Imagen gentileza del Pato Larrain : @patolarrain)

miércoles, 11 de febrero de 2009

Las que fuimos...

"En el fondo, son las relaciones con las personas lo que le da valor a la vida"
Guillermo Von Humboldt

Ya casi no logro recordar cuanto tiempo hemos sido tres.
Tampoco logro recordar cuando encontramos en ese trio disparejo lo parejo que necesitábamos para asomarnos al mundo.
Tampoco tengo muy claro que fue lo que nos hizo coincidir y pactar en silencio esta amistad que ya dura tanto tiempo. Cierto es que no siempre hemos estado de acuerdo, y tambien que en mas de una ocasión una de nosotras ha tenido que ser el puente para mantener el trio, pero nos hemos mantenido a traves del tiempo y hemos vivido de Aquelarres, viajes y conversaciones que han sido la parte mas importante de nuestras vidas.

La cosa es que la vida avanza y las situaciones siempre cambian. Alguien por ahí diría que las vidas "evolucionan".
Y pasa que hemos sido tanto tiempo tres que ahora que una de nosotras tiene una pareja que hace denodados esfuerzos por calzar con las otras dos no podemos evitarlo : nos sentimos extrañas.

Y no se trata de que no queramos hacerle espacio, se trata que llegó a ocupar un lugar que no estábamos preparadas para hacer. Simplemente llegó y no nos dimos cuenta lo que eso significaría. Significa no poder decir todo lo que queremos decir, significa contar en cuatro lo que antes hacíamos en tres, significa tener que hacer de a dos cosas que antes hacíamos de a tres.
Eso, lo queramos o no nos ha impactado, y a pesar que seguimos siendo las mismas en el fondo ya no somos las que fuimos.
¿Es lo que tiene que pasar?
No lo se.
Solo se que ellas dos son las mejores, y si tengo que darle espacio a uno o a dos o a los que sean lo haré, y lo voy a hacer porque se que no puedo seguir dejando atrás al resto de mi trío, a mis compañeras de Aquelarre.

(Imagen : http://www.gettyimages.com)
[C.G.]

miércoles, 7 de enero de 2009

El abrazo...

"Yo abrazo, delicia pura, tu cara desconocida, idéntica a mi alma"
Marguerite Yourcenar

Pasó como todos los años... fue este Lunes... y aún siento su aroma.

Él y yo, sólo 3 veces al año, repetimos hace mas de 10 años exactamente el mismo ritual.
Es especial. Es único. Es nuestro.
Él me busca en su silencio tranquilo o en mi silencio desesperado lo busco yo, hasta que nos encontramos... y sucede.

Es cálido.
Es suave.
Es especial.
No necesitamos palabras.
Y ambos sabemos lo mucho que nos decimos en ese nada decir.
Nos llena de sonrisas.
Nos hace brillar los ojos.
Nos reconocemos el uno al otro como exactamente lo mismo.

Y lo hacemos sin remorimientos, la ocasión lo amerita pues no debemos darle excusas a nadie.
Él nada teme perder... yo nada espero ganar.
Es exactamente lo que ambos hemos necesitado y así, honesta y sinceramente, ambos nos vemos saciados.

Nos fundimos en ese cálido y dulce abrazo... y todo lo que es él llega a mi... y todo lo que soy yo llega hasta él...
Y el momento dura lo que tenga que durar.
A 3 días de que sucedió aún conservo su aroma pegado a mi nariz.
A 3 días aún conservo la sensación de su calor en mis brazos.
Y sin importar lo platónico que sea me hace inmensamente feliz.

[C.G.]

¿Que es lo único que podría hacerlo mejor?
Que mientras suceda de fondo estuviera Diana Krall cantando "Do it again"



domingo, 14 de diciembre de 2008

Sentimientos de culpa

"El primer castigo del culpable es que jamás será absuelto por su conciencia".
Agustín Pedro Justo

Cuando uno que cuida mucho que lo que siente [y le duele] quede muy oculto a los ojos ajenos se ve de golpe y porrazo enfrentado a fuertes sentimientos de culpa ajenos no puede menos que sentir un torbellino dentro del alma.
Y uno inevitablemente piensa acerca de aquellos propios sentimientos de culpa, en todas aquellas cosas que uno nunca se va a perdonar, nunca.
Por ejemplo :
  • Se que hay cosas que jamas diré y que en algún tiempo mas me pesará no hacerlo pero se que no las diré. Simplemente no las diré.
  • Se que hay caminos que nunca emprenderé no porque las puertas estén cerradas sino porque sé que no pondré un solo pie afuera. Simplemente no lo haré.
  • Se que hay cosas que jamás debí decir ni hacer, pero las hice sólo porque eso es lo que sentí honesto hacer o decir. Simplemente las dije y las hice.
Pareciera ser que mi mayor culpa es la cobardía, pero no... esa no es mi mayor culpa... mi mayor culpa es sentir anticipadamente estos sentimientos de culpa sabiendo desde ya se que nunca me voy a perdonar a mi misma por ello. Nunca.

[C.G.]